Si hablamos de tener verduras en conserva en la despensa, todo son ventajas. Para empezar, nos sacan de más de un apuro cuando tenemos prisa y poco tiempo para cocinarlas. Se pueden hacer verdaderas delicias en forma de ensalada y otras muchas recetas en pocos minutos y solucionar una comida sana, nutritiva y rápida. La otra gran ventaja, y aquí entramos en territorio medioambiental, es que es posible disponer de vegetales fuera de temporada todo el año y disfrutar de sus propiedades casi intactas. Además de generar menos residuos al ir envasadas en frasco, claro. Su versatilidad a la hora de incorporarlas en casi cualquier preparación también las hace tremendamente útiles. Os dejamos un resumen con algunas super-verduras en conserva que conviene no perder de vista y los países europeos en los que se consumen.
Estas son las verduras más healthy que podéis tener siempre en casa para emergencias o para incorporar en vuestras recetas.
Si echamos un vistazo a los rankings de diversas organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o revistas médicas, los rankings de verduras saludables coinciden en bastantes puntos, cambiando ligeramente los puestos del podio de las más sanas. Es cierto que ninguna verdura, ni ningún alimento en general, tiene super poderes por sí solo. Pero sí es cierto que hay algunos ingredientes del reino vegetal que conviene tener siempre en casa, ya sea frescos o en conserva. Desde la Unión Europea se recomienda tomar unos 400 gramos diarios de frutas y verduras. Por cierto, según algunos estudios, España es de los países en los que más se consumen.
Lo bueno de tener siempre conservas de verduras en casa es que contamos siempre con una fuente sana y segura de nutrientes de la que podemos disponer en cualquier momento cuando no nos es posible cocinar vegetales frescos. También es una manera de disfrutar de sabores de otros países y conocer cómo cocinan allí las verduras en otros países. Aquí os dejamos algunas de las más recomendadas en varios estudios.
Grünkohl (col rizada)
En Baja Sajonia (al norte de Alemania) ya era muy típico comer col rizada, el famoso kale, antes de que se pusiera de moda hace unos años. Los alemanes la suelen tomar acompañada de patatas cocidas y salchichas (también cocidas) en invierno. Tiene vitaminas del grupo A, B, C y K, además de otros minerales como calcio, hierro, potasio y magnesio.
Espinacas
Aquí no incluimos ningún país en concreto, porque las espinacas están presentes en la cocina de casi toda Europa y es muy común encontrarlas en muchas recetas. En España las usamos en el potaje de garbanzos, en Grecia se toma en un pastel hojaldrado con pasas y queso feta, en Portugal las cocinan con bacalao… Son una fuente de hierro, calcio, varias vitaminas, yodo y antioxidantes.
Brócoli
El brócoli de Calabria es el que encontramos con más facilidad, el verde. Hay otra variedad de color morado que se cultiva también en España, Reino Unido y el sur de Italia, en Sicilia. En esa zona es muy típico incorporar el brócoli en muchas recetas de pasta. Esta super verdura aporta vitamina C y vitamina K y hay quienes afirman que es muy positivo tomarlo todas las semanas.
Remolacha
Es tan versátil que se utiliza en muchos países. En Alemania, por ejemplo, es muy famosa la ensaladilla de arenques y remolacha y en el oeste de Europa es muy típico tomarla en sopa. Podemos incorporarla en ensaladas, hacer burgers vegetales, cremas… Aporta fósforo, vitaminas del grupo B, hierro y yodo a nuestra dieta.
Pimientos
En España conocemos bien sus propiedades y los usamos para casi todo cuando están frescos: como crudités, cocinados en pisto, para sofritos… En conserva también podemos hacer verdaderas virguerías solo rellenándolos con hongos o pescado o acompañando una buena ventresca de bonito, por ejemplo. De esta verdura nos quedamos con su folato y betacaroteno (muy beneficiosos para nuestro organismo) y con su vitamina B-6.
Fermentados y encurtidos
Se puede encurtir y fermentar casi cualquier hongo o verdura, de ahí que esta técnica milenaria se use en casi todo el mundo, pero hay algunos que dan mejor resultado y tienen mejor sabor. Los más populares son los pepinillos y las aceitunas (al menos en España), pero tenemos otros ejemplos como el chucrut (Sauerkraut) en Alemania, o la ensalada namasu japonesa, que lleva zanahoria y nabo. La coliflor, las alcaparras y las cebollas en su versión más pequeña también están entre las favoritas. Los fermentados y encurtidos son una fuente natural de probióticos muy beneficiosa para el sistema digestivo y un complemento estupendo para añadir en nuestra dieta.
