Conservas Alalunga: la tradición cántabra, en todas sus latas

Cachón, o sepia en su tinta deliciosa de Conservas Alalunga.

Un proyecto familiar para que cualquier persona pueda disfrutar del Mar Cantábrico igual que estos dos hermanos

Qué pinta tiene esta lubina en salsa bilbaina de Alalunga con su ajo y su guindilla…

Hay personas a las que el mar les llama. Y la llamada es tan fuerte, que es imposible resistirse. Hemos oído muchas veces la historia de personas que tenían un trabajo, una vida, un sitio en el que vivir…y lo dejaron todo para irse a vivir al mar. Este es el caso de dos hermanos santanderinos de los que queremos hablaros hoy, que también lo dejaron todo para involucrarse en el proyecto familiar que hoy es su vida. Levamos anclas y nos vamos hasta Reocín para conocer Conservas Alalunga.

Faenando con estos anoraks de Alalunga, mucho mejor.

El Mar Cantábrico alberga tesoros que, a nada que alguien disfrute con la buena mesa, puede apreciar muchísimo. Con tristeza, pero con mucha ilusión, Álvaro y Pablo dejaron Santander, la tierra en la que nacieron, y todos esos tesoros, y emigraron fuera de España. Allí estudiaron, se formaron y empezaron a trabajar y a vivir. Estuvieron fuera del país más o menos diez años llenando su mochila de experiencias y conocimientos. Pero algo les faltaba, aunque no supieran bien el qué…

¿Lubina con salsa de pesto? ¡Por qué no! En Conservas Alalunga lo tienen claro.

Después de esos años fuera de España, comprendieron que eso que les faltaba y que les estaba llamando…no era otra cosa que su terruño y su mar. Como atraídos por un imán, dicen, el Cantábrico tiró fuerte de ellos y decidieron escuchar su llamada, así que los trajo de vuelta al hogar para empezar una vida completamente distinta a la que llevaban antes. Una vida en la que el mar y todo lo que alberga estarían en el centro y serían los verdaderos protagonistas.

La merluza de anzuelo es un producto super preciado, como esta de Conservas Alalunga.

Así empezó hace dos años Alalunga, este proyecto al que estos dos hermanos dedican ahora todas las horas de su día. Una iniciativa en la que no hay secretos más que trabajo duro y mucha, mucha constancia. Sobre todo, cuando el objetivo al que se aspira es el que tienen Álvaro y Pablo. Su pasión por el mar y por las delicias que hay en él es tanta, que no se conforman con menos en sus conservas. Lo que estos hermanos quieren es que, al destapar cada una de sus latas, cada persona se transporte a su Cantábrico natal. 

¿A quién le regalaríais este super pack de Conservas Alalunga?

Los pescados más típicos de la zona, los deliciosos guisos marineros, las recetas de siempre… Todo cabe en las latas de Alalunga. El problema es que, para conseguir ser fieles a su objetivo, Álvaro y Pablo han necesitado muchas raciones de ensayo y error y muchas horas de trabajo hasta dar con la calidad que esperaban y la que quieren que llegue a nuestras mesas con todo su sabor a mar. Honrar una tradición que está presente en el norte de España desde el siglo XIX y combinarla con las máquinas que más pueden ayudarnos hoy en día ha sido la receta de su éxito. 

Estas latas con cocochas en aceite de Conservas Alalunga tienen una pinta espectacular…

Eso y, por supuesto, su pasión por el mar y por la tierra en la que nacieron. Esta pasión los lleva a tener una producción limitada de todas sus conservas de delicias como merluza en salsa verde, lomos de merluza en aceite, sepia en su tinta, tarantelo de bonito, caballa en escabeche o lubina a la bilbaína, entre otras. Y la joya de la corona, que son los primeros en España en elaborar, son las cocochas de merluza de anzuelo en conserva. Todas ellas están elaboradas a mano de manera artesanal y cocinadas a baja temperatura. ¿Os han entrado tantas ganas como a nosotros de probarlas todas?

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