Más de 20 años enlatando las mejores y más tradicionales recetas de Asturias con sus materias primas más deliciosas
Lo bueno de tener un país bañado por varios mares, repleto de suelos fértiles y con una tradición de recetas de carnes deliciosas, son todas las posibilidades gastronómicas que se abren paso a través del tiempo. Contamos con muchísimas materias primas de buenísima calidad que nuestros antepasados supieron aprovechar y transformar en creaciones culinarias exquisitas. Si pensamos em Asturias, hablamos de una región donde tanto el mar como la montaña están muy presentes en la mesa, y así nos lo demuestra esta conservera que os traemos hoy: Conservas Laurel. Os contamos.
Nos gustan las conserveras que honran la tradición y las recetas que les han nutrido desde siempre igual que a sus generaciones pasadas. Y también nos gustan las que, además de esas delicias, deciden darle una pequeña vuelta de tuerca a las cazuelas y elaborar creaciones únicas basándose en lo que ya conocen. Una de estas es la asturiana Conservas Laurel, que hace 20 años empezaba su andadura queriendo conservar en sus latas lo mejor de la gastronomía de Asturias.
Desde sus pasteles de cabracho, de nécoras, de centollo, de erizo de mar y hasta algas marinas, el recorrido que hacen por el mar pasa por pescados como el salmón o delicias como el pulpo y las almejas. Estos últimos en las latas riquísimas de Conservas Laurel recogen esa tradición asturiana de los platos de cuchara que tanto nos gustan, combinados con las fabes típicas de la zona.
Además de estas recetas tradicionales, destacamos otras como el Pastel Covadonga, elaborado con salmón, queso cabrales y avellanas; o el Pastel del Sella, que es igual, pero sin las avellanas. Nos parece que tienen muchísimas posibilidades para diferentes platos y momentos del día. Además de estas recetas, también tienen frascos de conservas artesanales de pescados como el bonito o el atún. Queremos destacar también su delicioso bonito frito en escabeche de sidra o las cebollas rellenas de centollo.
Y del mar…pasamos a la montaña. Con delicias de cerdo ibérico como las carrilleras al vino tinto o el codillo con salsa de mostaza, sin olvidar el Pastel de morcilla, las costillas de cerdo en salsa barbacoa o el jabalí guisado con boletus. En Conservas Laurel tienen para todos los gustos y para todos los paladares. Y, como os estamos demostrando con todos sus productos, las recetas más tradicionales de la tierrina no están reñidas con innovaciones igual de sabrosas.
Eso sí, hay una premisa que esta conservera mantiene desde sus orígenes y que no ha cambiado durante estos 20 años. Todos los ingredientes de sus latas y frascos tienen materias primas de primera calidad y están elaboradas de manera artesanal. Además, no añaden ningún tipo de aditivo, conservante o colorante, para que cada receta llegue a nuestra mesa casi, casi como si la acabasen de preparar. Es la mejor manera de honrar la tierra y el mar que les dan cada producto y a sus mayores, que les transmitieron todo lo que saben. Viendo todos estos productos, ¿sois más de mar o de montaña?