Las conservas de Marruecos y sus sabores especiados

La gastronomía marroquí es sabrosa y muy especiada, y sus conservas contribuyen a ello.

Pastas dulces típicas de marruecos elaboradas con frutos secos y miel. Taryn Elliott.

Como pasa con las conservas griegas o con las italianas la gastronomía marroquí está llena de historia y de influencias. Bereberes, moriscas, mediterráneas de Oriente Medio y del resto del continente africano, las fuentes de las que bebe la tradición culinaria de Marruecos son muy diferentes. Como excepción, es el único país de la zona en el que la influencia del Antiguo Imperio Otomano no alcanzó a extenderse, así que tiene diferencias con sus vecinos geográficos.

Especias en un mercado marroquí. Piotr Arnoldes

Hay otros factores como el clima y las materias primas que influyen no solo en su gastronomía, sino también en su panorama conservero. El pescado y el marisco, muy típicos en las zonas de la costa, no son tan consumidos en el interior del país debido al calor. Aquí os dejamos una pequeña selección de las conservas más importantes de Marruecos. 

Especias.

Las alcachofas se cocinan durante tres horas a unos 65º y quedan deliciosas con esta técnica. Suele venir presentada en frascos o latas en su aceite y a veces con algunas hierbas aromáticas como laurel o tomillo y romero. Su sabor delicado y la textura del confitado la hacen perfecta para disfrutarla sola con un poco de sal en escamas, como tapa o aperitivo y también para acompañar otros platos.

El té es uno de los tesoros de Marruecos. Taryn Elliott.

Es la bebida marroquí por excelencia. Se ofrece en todas partes como cortesía y el más típico es el verde con menta o hierbabuena frescas, aunque tienen muchos tipos. Siempre lo toman caliente, sin importar la estación, cosa que suele desconcertar a quienes visitan el país. Pero tomarlo caliente es una manera de protegerse de los momentos en que la temperatura es más alta. Se suele acompañar de pastas de hojaldre, frutos secos y miel.

Una mujer hace a mano el amlou de la manera tradicional. Eltpics

Amlou, o la Nutella marroquí

Esta delicia hecha a base de argán y su aceite es un más que válido sustituto para la crema de avellana y cacao más famosa. Su textura es más parecida a la del tahín, la crema de sésamo, un poco aceitosa por conservarse en su propio aceite. Es perfecto para untar en pan y, si se desea, ponerle un poco de miel. Aunque solo con el pan está delicioso. Su sabor es ligeramente dulce y tostado.

Limones en una tabla, listos para confitarlos. Karolina Grabowska.

Limones o encurtidos

Los limones son indispensables en la cocina de Marruecos y están presentes en muchas de sus recetas tradicionales. Fiel acompañante del tajín, un plato típico marroquí de carne o verduras, pero también de algunas ensaladas, los limones encurtidos son casi omnipresentes. Se preparan macerándolos en sal y después en aceite de girasol. En Marruecos plantan una variedad de limón muy aromática y de piel fina que se usa específicamente para encurtir.

Las frutas y frutos secos son una conserva estupenda para un tentempié sano. Polina Tankilevitch.

Frutas y frutos secos

En España las vemos más como un snack que como otra cosa, en general. Pero las frutas y los frutos secos se usan muchísimo en la gastronomía marroquí para platos salados y también para sus deliciosos dulces. Destacan los famosos dátiles medjoul, con esa textura carnosa y su dulzor característico, aunque son solo una de las hasta 30 variedades de dátiles que se conocen. También sabemos que los pistachos y las almendras son muchas veces los protagonistas de las preparaciones dulces.

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