Un homenaje a las trabajadoras de Galicia y su tesón a la hora de encontrar y elaborar los mejores tesoros del mar
Las Rías Baixas gallegas son tierra de mar, de buen vino…y de deliciosos pescados y mariscos. Hoy os contamos la historia de una conservera familiar que ha sabido mantenerse en el tiempo y combinar lo mejor de los dos mundos: el saber hacer tradicional de pescadores, mariscadoras y conserveros; y los avances tecnológicos de maquinaria que hace algunas tareas mucho más llevaderas. Una conservera mítica gallega con un nombre que homenajea a tantas mujeres de un oficio típico de la zona. Os contamos más sobre Conservas Mariscadora.
Galicia y sus rías están salpicadas de preciosos pueblecitos marineros con una tradición pesquera y, en muchos casos, conservera que se remonta atrás en el tiempo. Uno de esos pueblecitos se llama Cambados, que combina magíficos pazos con un barrio marinero. En este pueblo vivieron, entre otras personalidades, la escritora Emilia Pardo Bazán y el poeta y escritor Ramón María del Valle-Inclán. También es una de las cunas del vino Albariño, que tan bien combina con las especialidades de la zona: el pescado y el marisco.
Para quienes no están del todo familiarizados con el origen del pescado y el marisco, quizás es difícil imaginar el oficio de la mariscadora. Hay indicios, hallados en cuevas en Sudáfrica sobre el oficio del marisqueo, que apuntan a que ya se practicaba hace unos 167.000 años. Los pescadores faenan en barcas en el mar y atrapan allí el pescado. Los mariscadores y mariscadoras crían y capturan el marisco en las zonas costeras y, además, mantienen las zonas en las que trabajan.
Sabemos por muchas de las conserveras que existen en España, que el oficio conservero ha tenido entre sus trabajadoras a una amplia mayoría de mujeres desde siempre. Este es el caso también del oficio del marisqueo, y de ahí el nombre de la conservera de Cambados de la que hoy os hablamos. Y es que en este pueblecito de la costa oeste de Galicia, en la provincia de Pontevedra, es donde nació Conservas Mariscadora.
Costas y Miñán, lo que hoy es Conservas Mariscadora, empezaba su actividad en el año 1966. Desde el principio se especializaron en pescados y mariscos de las Rías Baixas, seleccionando siempre las de mejor calidad. No todas las conserveras de nuestro país pueden presumir de contar con la incalculable experiencia de tres generaciones de conserveros. Tres generaciones que han visto y experimentado los cambios en el sector, pero que han decidido seguir con su tradición familiar y añadir solo aquello que mejore las cualidades del producto final.
Hoy cuentan con una amplísima gama de deliciosas latas de conservas entre las que se incluyen pescados como la caballa, el atún, las sardinas o el bacalao y mariscos como los mejillones, los berberechos, las almejas, las navajas o las zamburiñas, además del famoso pulpo o los calamares. Estas delicias se elaboran con diferentes salsas y aderezos caseros. Conservas Mariscadora, además, ha sabido adaptarse al mercado y ha incluido patés de pescado en su gama de productos. Un proyecto que rinde homenaje al oficio del marisqueo y que combina lo mejor de la tradición con lo mejor de la modernidad. ¿Ya se os ha ocurrido alguna receta con sus frascos y latas?
