Maestros truferos que quieren llevarte lo mejor del campo a casa a través de sus productos delicatessen.
Que las trufas son exquisitas ya lo sabemos. Pero que los productos trufados triunfan donde van también es un hecho. Eso lo saben bien en Fruits de la Terra, que llevan más de diez años aprendiendo de los mejores maestros truferos del mundo para ofrecernos productos deliciosos y de la mejor calidad. Su misión es acercar el mundo de las trufas a quienes no lo conocen y llenar nuestros platos de sabor, además de innovar teniendo siempre en cuenta el desarrollo sostenible. Os contamos un poco más sobre este proyecto.
¿Imagináis una masía en plena montaña de Castellón a unos 1200m sobre el nivel del mar? Ahí es donde está Mas del Jarque, en el Parque Natural Tinença de Benifassá y muy cerca de la costa mediterránea. Y ahí es donde Tana y Rosa empezaron su proyecto, movidos por su pasión por la trufa y sus ganas de elaborar productos deliciosos con ellas para que nosotros aprendamos también a disfrutarlas.
Podríamos decir que su proyecto de divide en cuatro patas. La primera, la recolección de trufas silvestres; la segunda es el cultivo de la trufa negra, Tuber melanosporum Vittad; la tercera, la explotación de plantas micorrizadas de trufas, en concreto de la Quercus Ilex; y la cuarta, claro, la elaboración de sus delicias, que ya cuentan con una gama muy amplia de productos que seguramente ni siquiera sabíais que se podían combinar con la trufa.
Y es que una de las ventajas de la trufa es ese sabor a humedad terrosa que puede aromatizar casi cualquier alimento y volverlo delicioso. Porque, ¿os habías planteado que se puede elaborar vodka, crema de licor y hasta miel con trufas? No todo iba a ser risotto u huevo trufado, que es lo que solemos encontrarnos en muchos restaurantes que deciden incluir este manjar en su menú. Quesos, patés, aceites… Casi se puede hacer de todo con ellas.
Tana y Rosa llevan mucho tiempo aprendiendo de los mejores maestros truferos para desarrollar su producto. Pero no podían hacerlo solos, claro. Para empezar, cuentan con la ayuda de Kaki, una perrita trufera que les ayuda a encontrar las mejores trufas silvestres en Mas del Jarque, o donde vayan. Pero, además, cuentan con productores, recolectores y artesanos locales para que su trabajo sea aún más fácil.
Su compromiso va más allá de su pasión por estas perlas de la tierra. El desarrollo sostenible ha estado siempre en el corazón del proyecto. Y el desarrollo sostenible implica un fino equilibrio entre la naturaleza y las personas que habitan en ella y sacan partido a sus preciosos recursos. El cultivo sostenible de la trufa desarrolla económicamente la región y deja un legado para que las próximas generaciones puedan seguir disfrutando de este manjar. Os recomendamos que probéis sus delicias, apreciéis el delicado sabor de la trufa y nos contéis qué os han parecido.
