Las conservas super originales de Güeyumar

¿Con qué acompañaríais estas navajas a la brasa riquísimas de Güeyu Mar?

Un restaurante en plena costa asturiana, que se metió de lleno en el mundo de las conservas a la brasa. 

Estos mejillones en escabeche rojo nos parecen geniales para un aperitivo con vermú. 

Quien vive cerca del mar sabe que la vida allí es diferente. Tiene un ritmo distinto, más pausado y tranquilo. Y quien vive cerca del mar sabe lo que es aprovechar sus deliciosos tesoros y cocinarlos frescos. Combinando estas dos pasiones nació Conservas Güeyu Mar, desde su restaurante en la costa de Asturias. Por encima de todo, con ganas de llevar un poco de frescura (y no solo la de sus pescados y mariscos) al panorama conservero nacional. Y creemos que lo consiguió con creces. Os contamos su historia. 

Una edición especial de sardinas a la brasa de Güeyu Mar. 

Abel Álvarez comenzó su proyecto personal a la orilla del mar en Playa de Vega, en Ribadesella. Un pueblo costero famoso por ser uno de los puntos finales del río Sella en su camino hacia el mar, pero también por sus playas y su gastronomía. En este enclave nació el Restaurante Güeyumar como un refugio para las brasas. Un lugar en el que disfrutar de la mejor comida que se asa sin prisa al fuego. 

Se nos hace la boca agua al ver estos berberechos a la brasa de Güeyu Mar

Quien se sienta a la mesa de Güeyumar puede apreciar los olores de la madera de eucalipto, abedul, haya o roble quemarse en la parrilla mientras sobre ella se cocinan los manjares del mar más deliciosos. Encima de las brasas podremos ver asarse meros, bonitos, pulpos, calamares o angulas, pero también langostas, navajas, mejillones o berberechos. 

Surtido de conservas de atún de Güeyu Mar con el Cantábrico al fondo. 

Lo que empezó como un restaurante se convirtió poco después en un auténtico paraíso de las conservas. A Abel no le bastaba con alegrar los paladares de quienes se acercaban a disfrutar de sus manjares a Ribadesella. Quería llegar más lejos y que pudiéramos disfrutarlas también en casa, así que empezó a enlatarlas también. Pero, claro, no eran conservas al uso. Eran un poco más especiales. 

¿A quién más le apetecen estos chipirones a la brasa del restaurante Güeyu Mar?

Para empezar, todas sus conservas son braseadas. Abel las asa a la parrilla, igual que el resto de ingredientes deliciosos del mar, para después enlatarlas él mismo. Pero es que, además, el papel que envuelve cada lata de tesoros del mar a la brasa es una auténtica declaración de intenciones de lo que lleva dentro. Sus envoltorios nos muestran envoltorios coloridos con invasiones alienígenas de berberechos, mejillones que sobrevuelan las brasas o una enorme B que simboliza los famosos bitcoin, pero con un giro de guion: en vez de bitcoins son bonito-coins. 

Nos encanta este pack de angulas a la brasa con su plato de cerámica, sus regañás y sus cubiertos. 

Desde luego, si lo que quería hacer Abel Álvarez era sorprender, lo ha hecho. Dentro de sus latas encontramos deliciosas conservas de pescado o marisco asadas a la brasa con paciencia y cariño, aderezadas con aceites aromatizados espectaculares y enlatadas una a una, como se ha hecho toda la vida. Lo mejor de un producto fresco y local y el lujo de tomarlo a la brasa, como si estuviéramos en la Playa de Vega con el viento salado en la piel y el olor de la madera quemándose cerca en la parrilla. Todo un lujo hecho conserva de la manera más original. Os recomendamos que las probéis y nos contéis qué os han parecido. 

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