La gastronomía vegana a través de sus conservas

Delicioso y colorido sándwich con verduras y hummus de remolacha. Roam in color. 

¿Solo lechuga y tofu? El mundo conservero vegano es amplísimo y está en pleno crecimiento.

Tacos vegetales rellenos de verduras y frijoles negros. Quin Engle. 

A estas alturas, cualquier foodie (especialmente quienes buscan siempre las recetas e ingredientes más healthy) sabe que la gastronomía basada en plantas está en todas partes. Vemos que cada vez hay más restaurantes vegetarianos y veganos o nos hemos dado cuenta de que muchos no vegetarianos han añadido alguna opción veggie en el menú. Esto se traduce también en las grandes superficies, donde cada vez hay más variedad de productos y, por supuesto, en el mundo conservero. Os contamos un poco más sobre esta tendencia que no os podéis perder. 

Salchichas veganas de la conservera vegana estadounidense Upton’s Natural

Para empezar, ¿en qué consiste la gastronomía plant based? La comida vegetariana puede reducirse en dos grupos: vegetariana y vegetariana estricta (o vegana). En el primer caso, según la dieta de cada cual, se consumen huevos, lácteos y sus derivados de manera puntual o regular; en el segundo, se consumen únicamente alimentos de origen vegetal. Las motivaciones para llevar este estilo de vida son varias, pero principalmente atienden a dos criterios: el medio ambiente y la decisión de no consumir animales ni productos de origen animal.

“Voquerones” con todo el sabor del escabeche, pero sin pescado, de la conservera española Cucha

Hay quienes llegan a estas dietas por motivos de salud, pero, spoiler, pasa como con cualquier dieta: si no es equilibrada, no tiene por qué necesariamente ser saludable. Eso sí, que no os engañen. Que sea basada en plantas no significa que solo se coman verduras. Si fuese así, sería una dieta con muchísimas carencias, además de ser bastante poco versátil y muy aburrida. Las dietas veganas se basan en la combinación de proteínas vegetales (como las legumbres, los productos derivados de la soja, las semillas, los frutos secos…) con vegetales (frutas, verduras) y cereales (arroz, quinoa, pasta sin huevo…) entre otros ingredientes. 

Los patés vegetales, como este de tagarninas de Cantizano Salsas y Conservas, están deliciosos. 

Con todas esas materias primas deliciosas combinadas tenemos dos opciones: “veganizar” recetas y productos imitando a otros que llevan productos animales, o inventar a nuestro gusto. Por eso hoy es posible ver nuggets, pizzas, salchichas o burgers veganas en el supermercado y, por eso, incluso grandes del fast food como Burger King han apostado por opciones vegetarianas en su menú. Y para darle a alguna elaboración un toque de sabor a pescado no hace falta más que un poco de algas. Pero, más allá de los sustitutos de los productos cárnicos o de pescado, hay un mundo amplísimo a descubrir.

Nada como unas verduritas y algas deshidratadas de Algamar para una sopa juliana en días de frío. 

Combinando los diferentes ingredientes que son el pilar de las dietas basadas en plantas se pueden elaborar muchas recetas. Hay que tener en cuenta, eso sí, que los requerimientos de proteínas son diferentes en las dietas vegetarianas y veganas, pero que se pueden alcanzar sin problema variando siempre entre las diferentes legumbres, frutos secos y semillas. Y no se debe olvidar tampoco el único suplemento necesario para este tipo de dietas: la bendita Vitamina B12. No está presente de manera natural en los vegetales y son necesarios alrededor de unos 2.000 microgramos a la semana. 

Vaya pinta tiene este guiso de chili con quinoa de la conservera vegana inglesa Biona Organic

Fuera de esas consideraciones, es posible guisar, germinar, fermentar, saltear, marinar y cualquier cosa que se nos ocurra. Y de ahí que el mundo conservero también esté virando hacia este tipo de público. Si lo pensamos, siempre ha habido conservas veganas. ¿O qué son, si no, las legumbres envasadas, los pimientos del piquillo o los boletus deshidratados? Pero ahora tenemos también productos preparados, patés, cremas y cualquier ocurrencia de sustitución de carne o pescado. Y, además de ser dietas perfectamente saludables si son variadas, contribuyen a reducir la huella de carbono y a un mundo un poquito más sostenible. Os animamos a que probéis algunas conservas veganas u os atreváis a “veganizar” alguna receta y nos contéis. 

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