La Perle des Dieux o el amor máximo por las sardinas milléssimées

Una de las tiendas que La Perle des Dieux tiene en Francia

130 años enlatando los tesoros más preciados del mar y elaborando sus deliciosas milléssimées 

Qué ricas estas latas de caballa fileteada de La Perle des Dieux.

A estas alturas ya sabréis que una de nuestras debilidades son los pueblecitos pesqueros con encanto. Pero si encima tienen alguna conservera chula con productos especiales, nos dan ganas de dejarlo todo y mudarnos allí. Esto nos pasó con una de las conserveras más míticas de Francia. Tan mítica, que tiene hasta sus propias tiendas llenas de latas deliciosas. Os contamos la historia de La Perle des Dieux y sus conservas riquísimas y originales.

Algunos de los productos de la preciosista conservera francesa La Perle des Dieux.

Si trazásemos una cruz con los puntos cardinales de Francia, el pueblecito del que os vamos a hablar hoy estaría situado en el extremo oeste de la cruz. Saint-Gilles-Croix-de-Vie está abierto al Océano Atlántico y la ciudad que tiene más próxima es Nantes, a unos 81km al este. No solo está en pleno enclave marítimo, es que además varios ríos desde el norte y el este van a desembocar justo a esta pequeña región francesa. Es, definitivamente, un pueblo bañado en aguas dulces y saladas. 

Qué pintaza tienen estas sardinas de La Perle des Dieux con rodajas de naranja.

Con este panorama tan acuático, normal que el pueblo esté salpicado de barquitas de pesca y que esta actividad sea precisamente, una de las fuentes de riqueza de la zona. Y es que Saint-Gilles-Croix-de-Vie, junto con l’Ile d’Yeu, Noirmoutier y l’Ile de Ré son los puntos en los que se pescan de manera sostenible las sardinas, anchoas y otros pescados que luego llegan a las instalaciones de La Perle des Dieux.

¿Qué hay mejor que llevarse una lata de sardinas milléssimées de La Perle des Dieux de viaje?

Ya os hemos contado alguna vez en otros artículos que las sardinas y anchoas son pescados que, por mucho que, aunque la tecnología y maquinaria evolucionen, se siguen limpiando, descabezando, poniendo en salazón y sobando a mano una a una en casi todas las conserveras. Es un proceso muy delicado y tremendamente importante para el resultado final de las latas que nos llegarán a casa. Las anchoas y sardinas de La Perle des Dieux no iban a ser una excepción. 

Nos encantan estos packs de La Perle des Dieux, perfectos para llevárselos de vacaciones.

De hecho, desde que la conservera empezase su andadura en 1887, las sardinas han sido siempre las auténticas protagonistas de sus gamas. La historia de este proyecto empieza cuando dos conserveros de Nantes, los señores Geay y Desmoulin, instalaron una confitería de pescados con dos marcas asociadas: La Perle des Océans y Les Dieux. Phillippe Gendrau, descendiente de los primeros creadores de las dos conserveras, las une en 2005 juntando sus nombres en La Perle des Dieux: La Perla de los Dioses. 

¿No os parece una fantasía esta pared llena de latas de conservas riquísimas de La Perle des Dieux?

Lo que no ha cambiado en estos 130 años de historia conservera es el amor por los tesoros del mar y, de ellos, sobre todo por las sardinas millésimées, esas que son de añada, igual que los mejores vinos. Y esas que muchos foodies tienen guardadas durante años y que van ganando valor y propiedades con el tiempo. El tratamiento con mimo de estas sardinas y las recetas originales de sus salsas y aderezos son lo que ha mantenido a esta grande de las conservas siempre en el nivel más alto de las conservas francesas. No nos extraña. 130 años al pie del cañón dan para aprender muchísimo y mejorar cada vez más sus deliciosas latas de caballa, atún, sardinas y sopas de pescado. ¿Habéis probado las sardinas milléssimées? ¿Os gustan?

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