En España conocemos de sobra la fama de los quesos y vinos franceses, sus deliciosos panes y muchos de sus platos más deliciosos. Pero esta es solo una pequeña parte del enorme patrimonio gastronómico que tiene nuestro país vecino. Al ser un país grande con una orografía variable en cada zona y que ha sido testigo de muchos momentos históricos, esto se refleja en su manera de comer, beber y disfrutar. Y, por supuesto, también se refleja en sus conservas.
Francia es un país de contrastes con diferentes regiones, climas, tradiciones e historia que conforman un panorama gastronómico y conservero muy variado.
Muchas técnicas de conservación de alimentos son milenarias y existen casi desde siempre. Otras son más modernas, y aquí Francia tuvo mucho que ver. Se dice que Napoleón ofreció una recompensa a quien fuese capaz de dar con un método para conservar los alimentos durante mucho tiempo para poder proveer a sus tropas de comida en las batallas. Nicolás Appert, después de 14 años de experimentos, consiguió cerrar herméticamente botellas de vidrio y preservarlas de gérmenes. Después de su descubrimiento, popularizado en todo el mundo, vendrían las latas y todo tipo de envases. Aquí os dejamos una pequeña selección de algunas conservas francesas que hay que probar sí o sí. Bon appetit!
Sardinas
A los franceses les encanta el pescado en lata, especialmente el atún y las sardinas. Estas últimas las preparan con una variedad amplísima de especias y condimentos con resultados muy sabrosos. Con pimientos y limón, con tomate, con tomillo, con tapenade, con alcaparras, picantes… Las conservas portuguesas destacan por sus diseños super originales, y en cuanto a condimentos para el contenido de sus latas, portugueses y franceses aportan siempre un toque singular.
Tapenade
Un aperitivo típico francés que no suele faltar es el tapenade: aceitunas trituradas o en crema condimentadas con otros ingredientes. Este tipo de aperitivo no es único en el país galo y tiene sus variantes en otros países europeos como Italia y España. Se dice que procede del garum, una pasta de anchoas y aceitunas que ya consumían en la antigua Roma. Lo que hace especial al tapenade francés es la cantidad de combinaciones que hacen de este manjar: aceitunas verdes con boletus y castañas, con morillas y nueces o con higos; aceitunas negras con tomates y cebollas, o con trufas… Toda una delicia para empezar a hacer boca antes de la hora de comer.
Paté de campaña y rillettes
En muchas zonas de Francia la caza mayor y menor está bastante extendida desde siempre y hubo que buscar una manera de conservar estos manjares del campo para que no se echasen a perder. Una de las maneras de hacerlo, aparte del escabechado o el salazón y secado de embutidos, es mediante patés y rillettes de carne y especias. Los rillettes están elaborados con carne desmenuzada que se cuece en su propia grasa y se le añaden especias y, a veces, vino u otras bebidas. Normalmente son de cerdo, pero también se pueden encontrar de oca, pato. En cuanto a los patés, los encontramos también de corzo, ciervo, jabalí, conejo o faisán condimentados con setas, avellanas, castañas, hierbas provenzales, higos… Verdaderas delicias.
Nougat
Es una especie de turrón de influencia oriental y mediterránea que se elabora con claras de huevo, frutos secos y azúcar. En Lübeck, al Norte de Alemania, es muy típico consumirlo también con algunas variaciones y se llama Marzipan. En España tenemos el turrón duro de almendra, que también se le parece bastante, aunque varía en la textura. Pero en el caso de Francia, puede encontrarse envasado y al corte en muchas tiendas y confiterías.
Cremas y patés de pescado
Son típicas de la zona de Bretaña, al Noroeste de Francia, pero también se han extendido al resto del país. Aquí también coinciden con otros países de Europa donde es fácil encontrar especialidades típicas de cada zona. Salmón a las dos pimientas, mousse de atún con aceitunas y alcaparras, atún al parmesano… ¡Las combinaciones son casi infinitas! Y van cambiando para adaptarse al paladar de todos los foodies e incorporar algunos toques más modernos a las recetas más tradicionales.
