Deliciosos mazapanes desde el norte de Alemania para disfrutar en cualquier momento del año.
En España tenemos muy asociados los mazapanes al invierno y la época navideña, como los polvorones o mantecados. En otras zonas del mundo, como en Alemania, también se toman en Navidad, pero también el resto del año. Y los de Niederegger Lübeck son de los más famosos en su país, pero también fuera de él tienen muchísima fama. Han sabido conservar los sabores clásicos del mazapán y también combinarlo con muchos otros ingredientes para elaborar productos innovadores muy alejados del tradicional. Os contamos más sobre este proyecto que ya es leyenda.
Johann Georg Niederegger era un experto confitero que abrió las puertas de la pastelería que llevaría su nombre en 1806. Nació en Ulm, al sur de Alemania en 1777 y se quedó con una antigua confitería llamada Maret. Maret estaba en Lübeck, una ciudad en el estado de Schleswig-Holstein, al norte de Alemania. Niederegger tomó la receta clásica del mazapán (almendras, azúcar y agua de rosas) e ideó una receta secreta que se ganó la fama de sus conciudadanos.
Uno de sus secretos era asar las almendras en calderas a fuego abierto que hacen que las almendras liberen un aroma único. También la proporción exacta de almendras y azúcar para que el sabor esté equilibrado. El resto es parte de un ingrediente secreto de la familia que se ha pasado de generación en generación durante 200 años. Johann superó rápidamente a sus compañeros confiteros y pasó a formar parte de la Asociación de Mercaderes de Lübeck, convirtiéndose en 1832 en líder pastelero de la ciudad.
Johann muere en 1856 dejando su negocio a su yerno. Para entonces su fama era mundial y Niederegger fabricaba mazapán hasta para la corte de los zares rusos. Hasta el año 1864 todo el proceso de elaboración del mazapán se hacía de manera artesanal. Fue Wilhelm Köpff quien introdujo en la empresa maquinaria para aumentar la producción y quien empezó a emprender viajes de negocios para continuar con la fama del mazapán de Lübeck.
En 1871 la compañía compra el anexo de la confitería y lo transforma en un café que se agranda de nuevo en 1895, en el corazón de la ciudad de Lübeck. El negocio familiar sigue creciendo, abre una fábrica más moderna en la misma ciudad y su mazapán se hace cada vez más famoso. En 1942 la ciudad sufre n bombardeo durante la II Guerra Mundial que destruye el café y también los archivos familiares, pero la receta sigue en la familia, igual que las ganas de seguir endulzando la mesa de sus conciudadanos y de los amantes del mazapán. Por eso reconstruyen el café en 1948 en el mismo sitio en el que estaba.
A finales de los años 50 las exportaciones empiezan a aumentar mucho, y con ellas el número de fábricas en la misma calle de siempre, Zeisstrasse. También se abren nuevas tiendas y lugares para disfrutar del delicioso mazapán Niederegger. Hoy son Antonie Strait y Theresa Mehrens-Strait las que llevan el mando de un negocio familiar que ya tiene más de 200 años. La receta del mazapán artesano se mantiene, con maquinaria más moderna, con el mismo sabor de siempre y con más de 200 referencias entre “panes” de mazapán, tabletas de chocolate rellenas de mazapán y otros dulces famosos en todo el mundo.
