Patés de pescado, lo mejor del mar en una tostada

Un aperitivo de tostas, vino y paté de sardinas picantes de Minerva siempre apetece. 

Llenos de sabor, versátiles y una manera diferente de tomar pescado. 

Paté de erizos de mar en tostada de la marca Tierra Astur. 

Los hay de pescado, pero también de carne y de vegetales. Los patés son una forma de conservación de los alimentos que el ser humano desarrolló y le acompaña desde hace mucho. Y no solo eso, también es una técnica culinaria con mucha historia. Uno de los países en los que más se extendió este método es Francia, donde los patés, terrinas y foie gras son de lo más común. Pero estos tres manjares no son iguales y cada uno tiene sus peculiaridades. Los patés de pescado llegarían un poco más tarde y en países como Portugal son un clásico. Os contamos un poco más sobre esta delicia. 

Para un aperitivo un poco especial, este paté de bogavante de Agromar es perfecto. 

En Francia, durante la Edad Media, no eran muchas las opciones que había para conservar carnes y pescado durante más tiempo. La salazón, el ahumado, el fermentado o la deshidratación eran algunos de los métodos que se usaban para transportar los alimentos a otros lugares o tenerlos en las casas durante más tiempo libres de bacterias, la oxidación o de estropearse con el calor. De ahí que se inventasen varias maneras de disfrutar de estos productos de una manera original, sabrosa y para que además se conservasen más tiempo. 

Patés de sardinas con aceituna, atún con zanahoria y cúrcuma… La Perle des dieux y su creatividad. 

Aunque parezca que hablamos de lo mismo, los patés, terrinas y foie gras son técnicas de cocina diferentes. La palabra paté viene del francés, pâté, que significa pasta. El paté es eso, una pasta o especie de puré untable de carne, pescado o vegetales. Los empezaron a preparar los pasteleros franceses envueltos en una costra de pan y eran, literalmente, pasteles salados. Normalmente se elaboraban con carnes de caza, ave o cerdo. Se sabe que ya en el siglo XIV también se rellenaban estos pasteles también con carne de anguila. Las especias utilizadas y la presentación de estos pasteles era casi tan importante como los sabores de sus ingredientes. 

La mojama de atún es típica de algunas regiones del sur de España. Roger Casas-Alatriste.

En cuanto al pescado, tenemos sobrados ejemplos en España y los países del Mediterráneo, así como en algunos de Asia. Las anchoas, el bacalao y el atún son las variedades más conocidas en nuestro país, y tienen su historia. Por ejemplo, parece ser que los marineros vascos fueron unos de los primeros en llegar a Terranova, una zona de la costa Este de Canadá. Hasta bien entrado el siglo XX, los caladeros de bacalao estaban muy bien surtidos, tanto que hasta era difícil navegar por la zona. Con tanto pescado fresco y tan lejos de casa, solo había una manera de conservarlo durante la travesía: en salazón. 

Paté de caballa de la mítica conservera portuguesa Minerva.

Los patés no gozan de buena fama en España por una buena razón. Siendo una receta que puede ser no solo sabrosa sino también saludable, su fama creció mucho, pero en su versión menos sana. Eran la merienda preferida de miles de niños españoles y una opción muy común en los sándwiches de cumpleaños de quienes crecieron en los 80 y los 90. Muchos patés de marcas populares no llevan solo pescado o carne entre sus ingredientes, también harinas y espesantes que les restan beneficios y los hacen menos recomendables. No todos los patés son iguales, por eso es importante fijarse en los ingredientes y verificar que la mayoría de ellos sean materias primas saludables. Un buen paté de pescado en tosta con vegetales puede ser un aperitivo delicioso y además aportarnos muchos de los beneficios del pescado. 

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