Sardinas en conserva: todos los beneficios que caben en una lata

Sardinas y playa…un plan perfecto. Alla Hetman.

Vitaminas, calcio, fósforo, omega-3, todo el sabor del mar y miles de combinaciones.

Las sardinas a la brasa son un clásico del verano. Elle Hughes.

Mientras dura la época de chiringuitos y calor de verano, las sardinas son un pescado típico para consumir en esta época del año. Pero no tienen por qué quedarse en esta estación, es más, su consumo tiene muchos beneficios y es un alimento muy interesante a nivel nutricional. Ya sabemos que la mejor parte de las conservas es poder obtener los sabores más deliciosos y los mejores nutrientes en cualquier momento. Esto nos ayuda a respetar la estacionalidad de cada alimento, es decir, su temporada. Los peces también tienen su temporada de pesca, y es por eso que las conservas son muy útiles a la hora de tener siempre en la despensa un comodín saludable, sabroso y nutritivo para nuestros menús. Las sardinas, desde luego, deberían ser un imprescindible. Os contamos por qué. 

Sardinas en la lonja preparadas para envasar o cocinar. Nguyen Linh.

Ya os hemos contado alguna vez que las conservas tal y como las conocemos hoy llegarían de la mano de un confitero francés llamado Nicolás Appert, que básicamente alimentó a las tropas de Napoleón en sus expediciones. También, que al principio se consideraba un producto para soldados o para personas enfermas. Menos mal que el tiempo les ha dado el lugar que merecen en el podio de alimentos sabrosos y saludables. De hecho, en Portugal las sardinas en concreto eran un alimento de segunda categoría, ya fuese en versión fresca o en conserva.

Banco de peces en un acuario de Chicago. Lance Anderson. 

Hoy no solo son una conserva totalmente extendida en el país, sino que son el símbolo nacional y un souvenir tan codiciado que desde hace pocos años se retiene en las aduanas del país luso. No nos extraña. Los diseños originales de las latas portuguesas son un tesoro en sí mismas. Pero no lo es menos su contenido: un pescado completo, riquísimo en sabor y también en beneficios. La sardina es un pez de la familia de los cupleidos, a la que también pertenecen las anchoas y los arenques. La más conocida es la sardina europea, aunque hay muchísimas variedades en todo el mundo. Su color es azul plateado y suelen vivir en grandes bancos o comunidades de peces a unos 150m de profundidad durante el invierno. Es en verano cuando se acercan a la costa para reproducirse. 

Las sardinas en escabeche son una conserva genial para el aperitivo. Yoav Hornung.

En España y Portugal hace algunos años hay un problema de sobrepesca, lo que hace que sea muy interesante tener sardinas en lata en casa. Es importante respetar la veda y temporada de cada especie y pescarla solo cuando sea sostenible para la vida marina. Las sardinas en conserva nos permiten disfrutar de sus beneficios y versatilidad, cuando nos aseguramos de su trazabilidad y de que sus métodos de pesca son sostenibles. Hoy en día hay muchas conserveras que aman el mar y sus tesoros y se aseguran de que podamos disfrutar de ellos sin que sea dañino para el medio ambiente ni peligroso para su desaparición. 

Latas de conservas de la mítica conservera portuguesa Comur. Chris King.

El mejor de los beneficios de las sardinas es su alto contenido en grasas saludables y ácidos grasos omega-3, necesarios para la salud del corazón. Además, presenta unos 18,1g de proteínas por cada 100g de sardinas, una más que buena concentración. La Vitamina A, varias Vitaminas del grupo B y la Vitamina D también las hacen muy interesantes. La conservación de las sardinas en lata hace que el calcio que contiene de manera natural hasta triplique sus valores, lo que supone un extra para nuestros músculos, huesos y sistema circulatorio. Sus 475mg de fósforo, que contribuye a la salud de dientes y huesos, también son muy beneficiosos. 

Una tosta de sardinas, llena de sabor y beneficios, es una cena estupenda. Murielle Hunt.

Además de sus beneficios y nutrientes saludables, también está la parte del disfrute culinario, claro. Las sardinas son un pescado tremendamente versátil y que podemos encontrar fácilmente en presentaciones muy originales. Picantes, con pimientos, en paté, con limón, en aceite de oliva, en escabeche, con especias exóticas, a la brasa… Hay muchas conserveras europeas que rinden homenaje a este pescado delicioso y elaboran conservas dignas de los paladares más exigentes. Y para combinarlas… Imaginación al poder. Las tostas, ensaladas y aperitivos son las más clásicas, pero hay infinitas maneras de degustarlas. 

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