Tomás Castaño: tradición chacinera en la sierra de Huelva

Un jamón ibérico de bellota auténtico y delicioso. 

Un negocio familiar dedicado a las chacinas de Huelva desde finales del siglo XIX.

Lomo ibérico de bellota de Tomás Castaño

La frase que resume la tradición y amor de Jamones Tomás Castaño es “Amor Ibérico desde 1890”. Este negocio familiar empezó su actividad en 1890 en Cumbres Mayores, en plena sierra de Huelva. Las características únicas de su clima, sus suelos y la raza ibérica de sus cerdos combinado con las técnicas artesanas más antiguas y la tecnología más puntera son los puntos fuertes de sus chacinas. Sus productos ibéricos y sus quesos son conocidos en Huelva y en el resto de Andalucía por su sabor inigualable y por el tesón que pone la familia en hacer de cada pieza un homenaje a la tradición chacinera de la zona. Esta es la historia centenaria de una familia dedicada por entero a los ibéricos. 

El jamón ibérico de bellota de Tomás Castaño tiene una merecida fama en toda Andalucía. 

La historia de esta saga familiar onubense empieza en Cumbres Mayores entre encinas y un microclima templado privilegiado. Sus inviernos frescos y sus veranos suaves, además de los 700m de altitud lo hacen un enclave perfecto para la cría de cerdos de raza ibérica y su posterior secado tradicional. Esto lo supo ver muy bien Tomás Castaño Fernández, que fue el primer comerciante de productos ibéricos en la ciudad de Huelva. 

Los ibéricos se curan en un secadero, como manda la tradición. 

Además de los derivados de la carne, en las zonas de costa siempre ha sido muy típica la deshidratación del pescado. Una de las ventajas del secado es que se reduce el peso y el tamaño de los alimentos, a la vez que se conservan todos sus beneficios. Pero el sabor puede cambiar en el proceso. En el caso de la mayoría de los pescados, se conservan bastante bien sus sabores, pero se pierde su textura, que ya no es suave sino algo más compacta. 

El interior de una de las tiendas de Tomás Castaño. 

En la década de los 80 del siglo pasado, el siguiente Tomás en la línea familiar (Tomás Castaño Navarro), decide poner la mira en el norte y extender su negocio en Cataluña. Como sus antecesores, este Tomás Castaño tampoco tarda en tener éxito en la zona y popularizar sus deliciosos ibéricos. Hoy es el tataranieto de la familia quien está al frente del negocio. Para complementar la tienda que ya tenían en Tendaleras, Tomás Castaño López decide abrir una abacería en la onubense Calle Gravina. 

No solo son expertos en jamón. Los quesos artesanos de Tomás Castaño también están riquísimos. 

Tras su paso por Madrid y Londres, donde completó su formación gastronómica, decide ofrecer a su clientela un lugar en el que disfrutar de sus quesos artesanos y sus deliciosos ibéricos loncheados en el momento. Pero no solo eso. En la abacería pueden disfrutarse conservas del mar, maridajes, aceite de la comarca y panes horneados en la zona. Este concepto es un claro homenaje a la gastronomía de Huelva y sus costumbres y pretende ofrecer toda su variedad en un solo sitio. 

Un delicioso surtido ibérico de Tomás Castaño nos parece un manjar para el aperitivo. 

Jamones Tomás Castaño empezó como un pequeño proyecto familiar en Cumbres Mayores y llegó a convertirse en una empresa referente en la elaboración de ibéricos. Cuentan con la tecnología más actual para ayudarles a conseguir la mejor calidad. Pero la esencia artesana, en la que el aire de la sierra y la paciencia son la clave, está siempre presente en cada loncha. Degustándolos no solo disfrutamos de su sabor y textura únicos. También nos llevamos un trozo de esa historia que sigue viva con cada Castaño que continúa la saga familiar. 

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